En su rincón de San Julián María Madre de la Hiniesta viste de negro como manda la tradición en respeto a los fieles y hermanos difuntos. Fina y elegante, como siempre, luce su dulzura en el altar del sagrario siendo merecedora de acercarse, contemplarla y rezarle una plegaria. Así de sencillo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario